Yo creía que afrontar una nueva realidad iba a ser algo complicado. De hecho lo afirmaba. Pero... Debo decir que esta vez me confundí.
Un mundo nuevo lleno de ideas abundantes se despertó en mi. Un nuevo comienzo lleno de magia y alegría fue floreciendo.
Me siento pleno y aunque nunca olvidaré mi pasado, puedo decir que este futuro tiene un sabor bastante dulce y afrodisíaco.
Mantengo la calma, ya las preocupaciones que me bombardeaban no son las mismas. Las maravillas y la creatividad van formando parte de mi vida diaria.
Ahora no tengo miedo a volar, a dejarme llevar por mis neuronas. Las cuales tienden a delirar un rato.
Esta bien dejarse llevar, nuestro destino ya esta marcado. Y las cosas van a ir pasando por algo. Lo bueno es ir recopilando cada situación y sacarle el jugo. No importa si fueron de desagrado o de plena felicidad, sino lo que nos dejan.
Esas sensaciones de que estamos siendo parte de algo que nos mantiene vivos. Esa sensación de que no todo tiene un porqué, sino que por alguna razón incomprensible se presento de esa manera.
Vivamos, contemplemos, disfrutemos, olvidemos, perdonemos y sobre todo no nos preocupemos tanto. Todo es así porque fue destinado a ser de esa manera. No hay más vueltas. El mundo lo hizo así y quiso que fuera de esa manera.
So... live & let die
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